Hace un buen número de años, nací en Villahermosa, Tabasco,México, y fue en Cuernavaca, Morelos, México, donde tuve la oportunidad de adentrarme, profesionalmente, en este apasionante mundo de la comunicación electrónica, gracias a la herencia de mi padre (también fue locutor) y por mi madre (tocaba el piano, la guitarra). Soy músico y créanme, desde entonces, el 1 de noviembre de 1969, han sido las mayores bendiciones que Dios me ha dado.
He vivido los mayores y más notorios cambios de la historia de la música, la radio y la televisión, tanto en contenidos como en tecnología. Especializado tanto en los formatos de transmisión como en la evolución electrónica, empecé a trabajar con acetatos de 45 y 33 R.P.M., cartuchos y cintas de carrete abierto, que para nuestros jóvenes de hoy deben de sonar como la Dimensión Desconocida; me conmovió la llegada del sistema DAT, el CD, el minidisc, y la llegada de la informática como herramienta de trabajo indispensable…
Debo comentar que, incluso con este desarrollo tecnológico, el crecimiento de esta industria, que es el motor más importante del crecimiento económico, no habría sido posible sin el talento, la creatividad y el genio de quienes trabajan dentro y fuera de las cabinas y estudios de transmisión. Tuve la fortuna de trabajar de 1979 a 1985, para la empresa de uno de los pioneros de la radiodifusión e impulsor de la radio disquera en México y una de las organizaciones radiofónicas más importantes de América Latina: Grupo Radio Centro, donde me dieron la tan esperada oportunidad de dirigir y conducir una estación con música pop/rock, en inglés en 1980, al primer lugar de audiencia; pero antes de llegar a esa empresa considerada por mí como la Universidad de la Radio, empecé, tal vez como todos, «haciendo de todo», desde barrer, aprender a hacer las conexiones manuales de los controles remotos, operar los controles de cabina, grabar , producir, hacer los noticieros que eran, en ese entonces, mi gran pasión y que, al descubrir las demás áreas que conforman una estación de Radio, me enamoré de lo que me permitieron hacer por un tiempo aquí en Minnesota…. La Dirección de programación; Con ese sentimiento, fui parte del crecimiento de una de las empresas radiofónicas más grandes de mi bello país, la Organización Radiorama (1988 – 1999), actualmente cuenta con muchas estaciones, entre propias y afiliadas, de las cuales, solo hice los formatos y programas de algunas de ellas y pude visitar casi toda la provincia de México. Tuve la gran oportunidad en noviembre de 1985, de diseñar, como Gerente de Operaciones, un Sistema de Radio y Televisión, en el Estado de Morelos. Con todo este bagaje de aprendizaje, también tuve la oportunidad de incursionar en la Televisión, por cierto, y para no variar, en la empresa más importante de este medio en mi país, México, Televisa (1997 – 2003), donde se realiza la mayor producción de programación hispana para transmitirse aquí en los Estados Unidos de América y los invito a escuchar mi locución, en el programa «AL FIN DE SEMANA», que se transmitió a nivel nacional. Para no cansarles, me trajeron a Estados Unidos en 2003, al Estado de Alabama, y desde allí tuve la oportunidad de venir a Minnesota con esa empresa hace 18 años. Y, recientemente, con mucho AGRADECIMIENTO y mucha emoción, me encontré con un gran amigo mío, Francisco Segovia, Director Ejecutivo de COPAL, a quien conocí hace unos 14 o 15 años, siendo un extraordinario activista y en aquel entonces nos juntamos para invitar a nuestra comunidad a realizar movilizaciones/marchas para pedir una actualización/reforma de la Ley de Migración y ahora me invitó y acepté unirme a su maravilloso equipo de trabajo, con quien me identifiqué mucho en el concepto de servicio a la comunidad y con la energía bien cargada, como si estuviera iniciando mi carrera de locutor, aquel 9 de febrero de 1971… y haciendo lo que es mi pasión y que todavía amo: RADIO CON VOZ HISPANA, soy Mike Castillo, ¡su servidor!